Sin asumir en ningún caso tonos excesivamente pesimistas o catastróficos, Bodei expresa una profunda preocupación, que es casi el leitmotiv de la entrevista, por la difusión de actitudes banales y superficiales desde los modelos consumistas, que determinan un achatamiento de la vida y de las relaciones con los otros y la consiguiente pérdida de sus significados más profundos. Hoy el hombre tiende, parece decirnos el estudioso, a flotar, por así decirlo, en la superficie, negando el dolor, la realidad del límite, la muerte, y acabando así por perder en parte el contacto con su propio mundo interno. Prevalece una especie de consumismo de la vida, una búsqueda continua del placer inmediato, mientras se debilitan las capacidades con las que construir y proyectar el futuro con unos objetivos más complejos y maduros. Una actividad incesante funciona como intento de huir de un intolerable vacío.

El doctor Freud y los nervios del alma

Conversaciones con Cecilia Albarella

Remo Bodei