SEXO, MENTIRAS Y OTRAS HIPOCRESÍAS

(...EN UNA CIUDAD DE PROVINCIAS)

III



Esta mujer pertenece a este hombre. Y eso parece marcar la diferencia entre quien se encuentra en la situación de mujer que no ha de ser molestada o alterada o insultada incluso no porque no merezca molestia, alteración o insulto alguno -algo que toda mujer conoce viene implícito más o menos entre sus piernas o para los más exquisitos: condición- sino porque ésta pertenece a un hombre. A veces todo parece diferenciarse o ser alcanzado por la siguiente medida: se ataca y derriba a toda víctima indefensa, por facilidad y por la siguiente y penosa realidad “por qué no hacerlo”. Curioso y necesario el paréntesis que debemos marcar en esos momentos en los que siempre hay alguien muy inteligente y osado, pues así es la ignorancia siempre, que se atreve a iluminarnos con aquello tan conocido de: sólo hace daño quien puede y no quien quiere. Deberíamos informar de algo tan básico a la gente que pasa hambre o humillaciones extremas pues su condición de “nada”, de “no- pertenencia” de “no-posesión” le impide llevar a cabo esta barrera con la que, según ciertas personas, podemos protegernos de todo mal. Y volvemos a la pertenencia de una mujer, bien es sabido que la mujer ha sido considerada y conservada como objeto y por tanto su valor ha venido marcado por el dueño del objeto en cuestión. Por tanto, dos más dos cuatro, una mujer que no parece pertenecer a nadie no es que sea considerada valiente o libre, sino principalmente desdichada pues nadie ha querido marcarla de modo alguno, pero sobre todo, es considerada como terreno común, libre acceso. Curioso también observar cómo según el valor que un hombre otorgue a una mujer ésta será considerada como fortaleza o como objeto, por supuesto, siempre, de uso común. Pero jamás ésta vendrá “marcada” por acciones o decisiones propias. Y curioso también el fenómeno que siempre se repite, si una mujer sin pertenencia alguna -en todos los sentidos- rechaza el amparo de un hombre ésta sufrirá el castigo de tal ofensa, cómo se le ocurre a un objeto que no pertenece a nadie rechazar a alguien que le ofrece nombrarla y ofrecer a su vez pertenencia y pertenencias varias. Está claro, no hay quien nos entienda.



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Existe a veces cierta sincronía vital o existencial entre lo que nos sucede o va sucediendo a lo largo de la vida y nuestro camino o trayecto marcado de antemano. Difícilmente puedo comprender quién fui, soy y seré más tarde, sin prestar cierta atención a la parte de mi ser o vida o tiempo que he vivido en otra especie de mundo, realidad o microcosmos. Mis raíces se encuentran, parten y se enredan en el occidente asturiano, sin duda alguna, uno de los lugares más bellos de nuestra geografía y también más agrestes, salvajes, indómitos, tanto los paisajes de la zona montañosa como los de la costa demuestran una fuerza y vigor poco comunes, un carácter que ha de marcar en muy diversos modos y maneras al hombre y la mujer que con ellos conviven. Hablo siempre del paisaje, tierra, todo cuanto me rodea como un ser más, pues así lo noto, vivo, radiante y fiero, basta con observar las olas que golpean esta costa para conocer el carácter de sus gentes. Un viejo amigo solía decir que era normal mi querencia por esta tierra pues yo siempre he sido muy “Cumbres Borrascosas” buscando una vuelta de tuerca evidente a Emile Bronte. Y sí, así es, orgullosa estoy de serlo, así reza mi pie derecho: Invicta. O eso intento, al menos.

Media vida en el asfalto y media vida en esta tierra. Recuerdo ahora como persiste en mí, tenaz, la voluntad de guardar con cierto secreto el nombre del refugio que me vio crecer y que ha sabido curar el llanto, lamer heridas y dejarme seguir más allá de su horizonte. Mis raíces se extienden desde el Concejo de El Franco al de Tapia. Y justo al decir esto comienzan a invadirme los recuerdos. Mis abuelos dividen dicha querencia desde El Valle hasta A Roda, estableciendo una especie de triángulo perfecto (o así lo imagino yo en mi mente) que me conduce a Sueiro, el nombre mágico.

Mi abuelo Manuel, oriundo de El Valle, conocido cazador y pescador (y me vienen lobos a la memoria y cuentos imborrables...), cuya familia recuerdo siempre bailando y tocando el acordeón: Ramiro, Servanda, Julia… Hijos todos ellos de “bolo”, familia directa de Mediaoreya, el famoso gaitero y violinista que un día descubrí de la mano de Xosé Miguel “Tapia” y su libro “Xa chegan os Quirotelvos”. De mi abuelo recuerdos sus historias, de donde rescato mi absoluta fascinación por la narración oral, sus historias de la guerra, la caza, sus vivencias, y algunas frases que nunca olvidaré: “para vivir es necesario ver, oír y callar”. Y la frase que siempre decía mi madre sobre “bolo” y más tarde he visto repetirse una y otra vez en todos y cada uno de sus miembros: “non podo escuitar música sin bailar porque se me levantan as pernas”. Quizá explique esto esta tendencia natural a la inquietud que siempre me ha llevado a un balanceo constante de actividades, disciplinas artísticas y movimiento perpetuo, no sólo mi pasión por la palabra y escritura –movimiento constante-, también por el baile que abandoné a cierta edad y la música que aún hoy me acompaña (esa búsqueda constante de mestizaje entre palabra y música).

De mi abuela recuerdo su manera de cantar, una mezcla de canción popular y flamenco, algo que a mí siempre me pareció un bálsamo, también su manía constante por conocer si el tejido de la ropa era realmente apropiado o la calidad de éste.

Recuerdo el último bastón de mi abuelo, su perro siempre a su vera y ese acordeón rojo que pocos meses antes de morir se empeñó firmemente en comprar y tocar.

De mis abuelos paternos apenas guardo recuerdos, desaparecieron de mi vida demasiado pronto, como todo tesoro. Recuerdo llegar al Cabillón, la casa pequeña y mi abuela dulce, serena, un ejemplo de mujer. Mantengo vivo el recuerdo de echar de menos unos recuerdos que la vida nos arrebató antes de crearlos.

Y aparece la palabra, desconozco en qué momento pues siempre he escrito, incluso sin escribir. Escribir es un modo de estar en el mundo (“una manera de estar solo en el mundo”, decía Pessoa), pero también de actuar, de pensar, creer, confiar, escribes todo el tiempo, las voces te acompañan siempre, la memoria llena de versos, el libro que va surgiendo de la nada e invadiéndolo todo… Luego llegan los libros, ese lugar extraño que acontece después del libro pero que también forma parte de él, llega el momento en que el libro te abandona realmente pues ya ha sido concebido, creado y arrancado de ti, publicado en papel, por tanto arrebatado de tu vientre para depositarlo en otros. Así ha de ser, una comunión infinita. Unas raíces invisibles que unen como la tierra.

De niña yo sólo conocía un lenguaje, a fala. Mis eternos veranos así lo confirmaban, cuando abandonaba el asfalto, mi lenguaje volvía a su ser inicial. De ahí algunas anécdotas escolares en las que me tuve que enfrentar a conceptos que no podía ni querer entender, para mí unas madreñas no existían pero sí unas galochas.

Pasa el tiempo y mi cuerpo sigue amoldándose al ejercicio cotidiano de la vida común, trabajo y vivencias. Formando mi ser aquí, a este lado, podríamos decir a modo Alicia en el País de las Maravillas, una parte de mí que tan sólo se activa cuando mis pies se posan sobre esta tierra. Sin embargo, en algún momento, una especie de pálpito de va adueñando de mi, algo me empuja a trascribir esta querencia en un lenguaje más aproximado, a expresarme desde la voz que aún no ha sido domesticada (para resaltar de nuevo las sincronías que marcan nuestro destino) y justo entonces descubro por casualidad el libro en el que a su vez me encuentro con una grata sorpresa, un tatatarabuelo famoso por su violín, tambor y las coplas que escribía; famoso principalmente por su carácter libre. Y vuelven por tanto a anudarse vidas, historias, vivencias y destino. De un modo casi automático, escribo, escribo desde mi lengua de este lado, a fala y ahí, descubro realmente un registro desconocido. Toda esa inocencia perdida, ingenuidad, querencia por la tierra vuelven a mí multiplicados y bien parece que de mis manos surgen alas para llegar hasta recuerdos instalados ya en un lugar muy, muy lejano.

De nuevo el destino vuelve a tejer sus redes con acierto, coincido en un recital con Xosé Miguel y con Miguel Galano, obra de ambos que no sólo admiro sino que también me influye de un modo directo. De este encuentro personal y vivencial surgen nuevos textos y el empujón primero se torna ahora más fuerte.

Descubro la obra de Manuel Galano, amigo a su vez de mi padre, vecinos d’A Roda, leo con avidez sus textos, el diccionario creado (diccionario d’A Roda) y utilizo su obra a modo de manual para seguir indagando más y más, profundizando. Las “Faraguyas” de Manuel me invitan a seguir escribiendo, su aliento cercano.

La vida, vuelve a situarnos justo en el momento exacto necesario para llevar a cabo nuestra tarea, un proceso personal y profesional me conduce al centro de mi misma. No sólo investigo nuevos métodos narrativos y poéticos, nuevos modos de contar, me obligo, me esfuerzo en exigirme más y más hasta llegar justo al núcleo y paralelo a este proceso de búsqueda incesante de la escritura desnuda de la que habla Marguerite Duras surge a la par mi libro de poemas Herrumbre en castellano, sin apenas puntuación, regio, duro, limpio y “Al xeito del tambor”, mi primer libro de poemas en gallego asturiano, toda yo, más desnuda que nunca, abierta al mundo.

He aquí donde surge mi necesidad de narrar este proceso creativo, personal y vital en imágenes.

Rebelión en la granja, 17/3/2012


Albert Camus:
"Todos los verdugos son de la misma familia"


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18 MARZO, DOMINGO, MANIFESTACIÓN: PRIMER ANIVERSARIO de la REVOLUCIÓN SIRIA
Domingo 18 de Marzo de 2012, a las 12 h., de la puerta de SOL hasta la
embajada siria en Madrid (Paseo del prado, 24). Manifiesto al final del
mensaje.
La manifestación ha sido convocada por la "Asociación de Apoyo al Pueblo
Sirio (AAPS)", con el apoyo de otros colectivos, como Socialismo
Libertario, No Nos Resignamos y Traversales
Reaccionemos. Están masacrando al pueblo sirio. Son personas. A la mierda
las "geoestrategias", los Estados y los bloques. ¿De qué lado estamos?
¿Con Bassar o con el pueblo en rebelión?

29 MARZO, JUEVES. TOMEMOS LA HUELGA. La huelga es nuestra. No nos
preguntemos "¿qué hará la gente?" Somos la gente. No nos preguntemos "¿hay
condiciones?" Somos las condiciones. Huelga en el curre, quienes podamos.
Huelga de consumo total, no gastemos nada ese día. Huelga como usuarias
del transporte (andar es bueno). Huelga de energía (gastemos el mínimo de
gas y electricidad). Ocupemos la calle todo el día. Converjamos en las
movilizaciones que haya. Huelga laboral + Huelga social = Huelga general.
Marea de mareas.

MANIFIESTO: BASTA YA DE MASACRES EN SIRIA
SOLIDARIDAD CON LA LEGÍTIMA REVOLUCIÓN DEL PUEBLO SIRIO
Quienes firmamos este manifiesto:
Nos posicionamos del lado de la revolución en Siria. Una revolución de la
gente común, de un pueblo, el sirio, que se une para afirmar el derecho a
la vida libre, digna, sin humillaciones. Un pueblo compuesto por gentes de
distintas procedencias, culturas, creencias, unidos en la lucha por la
libertad. “Uno, uno, uno el pueblo sirio es uno”
La revolución siria es parte de la oleada revolucionaria, un despertar de
millones de personas en Oriente Medio y Norte de África en curso desde
hace un año.
Denunciamos sin paliativos la barbarie del régimen asesino de Basahr
al-Asad que reacciona con absoluta brutalidad ante el clamor
revolucionario. La feroz represión del dictador y su clan es responsable
de la muerte de miles de personas, incluidos cientos de niños y niñas,
decenas de miles de heridos y refugiados.
El pueblo sirio desafía la represión, la tortura, las masacres, los
bombardeos que el régimen criminal está llevando a cabo continuando con su
lucha. Mientras se está produciendo una carnicería, hay una pasividad del
mundo. Denunciamos la soledad de la revolución siria así como el silencio
y/o la complicidad de tantos estamentos políticos y sociales.
A su vez denunciamos la ocupación israelí y su actitud colonizadora tanto
en Siria como en Palestina.
Remarcamos el carácter mayoritariamente pacífico de la revolución, una
revolución que afirma y expresa el derecho de que son los sirios y las
sirias a decidir sobre su futuro. Y el derecho de autodefensa de la vida
por parte de los/as revolucionarios/as.
Aplaudimos a los auténticos periodistas que honran su profesión y la
condición humana, aun a costa de poner en riesgo su vida para informar
desde el terreno, mano a mano con los auténticos protagonistas de la
revolución siria. En contraposición a esto, denunciamos la desinformación
desde ambos lados del espectro político que confluyen en negar por una u
otra razón la existencia de una revolución auténtica en Siria.
En base a nuestra posición frente a esta situación:
Apoyamos la revolución del pueblo sirio en su afirmación de los derechos
de justicia y dignidad. Estos emanan de cada individuo y del derecho
inalienable a la vida que ninguna consideración estratégica ni política
tiene el derecho de negar o conceder.
Por ello, nos comprometemos a continuar del lado del pueblo, apoyarlo en
su duro camino hacia la libertad y a difundir nuestro posicionamiento
solidario contra las matanzas en Siria y los vientos de guerra en Oriente
Medio que confluyen en ir contra la revolución y sus protagonistas.
Pedimos la participación y la solidaridad activa de todas las personas,
nos dirigimos a la sociedad civil, a todas las gentes de distintas
creencias, a las asociaciones y organizaciones que compartiendo estas
líneas apoyen a los revolucionarios en Siria en especial a un año del
inicio de su lucha.
Viva Siria Libre



TRASVERSALES
trasversales@trasversales.net

SEXO, MENTIRAS Y OTRAS HIPOCRESÍAS

(… EN UNA CIUDAD DE PROVINCIAS)

II


Y de cómo publicar un libro se convirtió en algún momento de la historia en un negocio y no arte ni cultura....Quizá por pura ingenuidad algunos y algunas sigamos creyendo en eso del libro como un objeto fundamental, como hecho histórico casi, como herramienta de aprendizaje, crecimiento personal, descubrimiento, reflexión, magia, milagro, en definitiva. Y de repente, nos encontramos en un mundo-mercado en el que talento no importa, ni lo que un libro cuenta ni cómo, tan sólo las ganancias que éste engendra por un engranaje ya muy previsto de antemano por una tremenda maquinaria que más que imprenta parece tremenda falsificadora, así en general, más allá del dólar y la pura estampa. Y lo curioso es que nos seguimos sorprendiendo de que esto ocurra. Por un lado los autores pasan a dividirse en dos, quienes conciben esto de la escritura como investigación, proceso creativo y algo que forma parte de su vida misma y forma de entenderla y llevarla a cabo y aquellos que parece ser decidieron escribir más por el escenario, focos y luces varias de un circo que parece haber ido creciendo justo al ritmo exacto que éstos han marcado. Curioso. Y difícil, mucho, que los que aún seguimos admirando libros en librerías de viejo, pasemos a considerar esto como negocio y no como lo que realmente debe ser, insisto, milagro. Curiosas también algunas mutaciones. El autor se convierte en títere, títere que ha de estar agradecido eternamente porque alguien saque a la luz su obra, tan agradecido que ha pagar una y otra vez este agradecimiento de las más variopintas formas posibles, bien en caja directamente, bien con una especie de trasformación nómada que arrastrará su cuerpo de bar en bar, de presentación en presentación hasta que el editor considere pagado y bien pagado el agradecimiento que el autor no agradece, valga la redundancia, nunca de manera suficiente (en este caso, sobran las palabras como en el resto del negocio que paradojas del destino de palabras vive). Otros cambios imposibles, la función del editor ha mutado en una especie de ojo que todo lo ve y reclama pero cuya función ha perdido nitidez, aparece como difusa. Punto uno, el autor ahora se encarga de la distribución. Punto dos, el autor se encarga de la venta directa. Punto tres, el autor se encarga de organizar los diferentes actos de promoción y difusión. Punto tres, en ocasiones el autor incluso ha de pagar por todo lo anteriormente dicho más agradecimientos, claro. Punto cuatro, el autor se encarga de la corrección. Punto cinco, el autor se encarga del diseño. Punto seis, el autor se encarga de buscar prologuista y otros. Y así hasta el último punto. Autoedición encubierta previo pago. Por supuesto esto forma parte de la gran maquinaria industrial que decide por nosotros y nuestros derechos, quedando todo muy bien organizado puesto que de habernos encargado nosotros mismos de todos esos puntos y añadir un par más y autoeditar en condiciones nuestra obra y así sacar ya no rentabilidad económica sino cierta dignidad perdida ya con el primer libro, en ese caso, Hacienda habría visto en todo esto un afán lucrativo desmedido y ahí supongo es donde entra la editorial. Que todo quede en casa. De donde por cierto el autor sale poco, pues se pasa años y años trabajando, algo que parece ser nadie tiene en cuenta. En algún tiempo existieron diarios que publicaban relatos, llegando a pagar incluso sustanciosas cantidades de dinero por ello a sus autores. Cosas más raras se han visto.






PRESENTACIÓN
CASONA LA MADREÑA
JUEVES DÍA 15
20H

ELO MONDE, PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA Y
J.I. PIDAL MONTES


SEXO, MENTIRAS Y OTRAS HIPOCRESÍAS

(...EN UNA CIUDAD DE PROVINCIAS)

I


Línea de fuego abierta. Lo que Silvia Grijalba logró con su “Sexo en Madrid” y la inagotable serie de las cuatro hermosas princesas de Manhattan que patearon con sus “Manolos” la Caja de Pandora, ha de ser posible también en una pequeña ciudad de provincias. Lanzo el reto sobre mi misma. Siempre me he preguntado qué sucedería si alguien se atreviese a decir las cosas por su nombre y si se atreviese incluso a contar sus experiencias cotidianas a modo Bridget Jones o Carrie Bradshow pero con la humildad – o realidad- que caracteriza al resto de mortales que hemos de conformamos con seres menos afortunados tal vez físicamente, desconozco la cuantía moral, que poseen esos hombres perfectos que toda serie o película incluye. Intentaré aplicar toda contención y abstención incluso de cierta tendencia a nombrar ejemplares del tipo orco, troll, orcotroll y otras especies de la misma gama. Me propongo por tanto llevar a cabo una disección lo más elegante y sincera posible de las experiencias generales y particulares que una mujer ya con cierta edad y peso sobre ella (o varios pesos) vive y sufre en una pequeña ciudad de provincias cuyo nombre prefiero no recordar por pura evidencia implícita. Si la Regenta levantara la cabeza volvería a introducirla entre sus piernas para propiciar el vómito. Y no sólo de hombres vive ni ella ni la que esto escribe, más quisieran unos y unas leer aquí y una misma disfrutar.