"La mayoría de los grandes instigadores del cambio social conocen personalmente el trauma. Me vienen a la mente Oprah Winfrey, Maya Angelou, Nelson Mandela o Elie Wiesel. Si leemos la biografía de cualquier visionario, encontraremos ideas y pasiones que emergen de la devastación que han sufrido"
El cuerpo lleva la cuenta
Bessel van der Kolk, M.D.
En nuestro mundo actual, nuestro código postal determina, más que nuestro código genético, si tendremos una vida sana y segura. Los ingresos de la gente, su estructura familiar, la vivienda, el empleo y las oportunidades educativas afectan no solo su riesgo de desarrollar estrés traumático, sino también su acceso a una ayuda efectiva para resolverlo. La pobreza, el desempleo, las escuelas a nivel inferior, el aislamiento social, la amplia disponibilidad de armas y la vivienda por debajo de los estándares constituyen un terreno abonado para el trauma. El trauma alimenta más trauma; la gente herida hiere a los demás.
Mi experiencia más profunda en torno a la superación de un trauma colectivo fue cuando fui testigo del trabajo de la Comisión por la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica, basado en la directriz principal de Ubuntu, una palabra en xhosa que significa "compartir lo que tenemos", como cuando decimos "Mi humanidad está inextricablemente unida a la tuya". Ubuntu reconoce que la verdadera sanación es imposible si no reconocemos nuestra humanidad común y nuestro destino común.

El cuerpo lleva la cuenta
Bessel van der Kolk, M.D.