Dios






Dios es
 
 
según mi abuelo
 
 
la conciencia
de cada cuál:
 
 
eso explicaría
 
 
por qué hay
 
 
tan poca fe
y tan poca conciencia
 
 
 
David González. Campanas de Etiopía
 
Sangre en las venas
 
                     con claude mac kay
 
 
 
 
 
si he de morir
 
 
que no sea como un cerdo
cazado y encerrado
en un lugar sin pena ni gloria
mientras a mi alrededor
rabiosos y hambrientos
ladran los perros
burlándose de mi maldito destino:
 
 
pero si he de morir
 
 
con nobleza voy a morir
con nobleza
de modo que mi preciosa sangre
roja
no sea derramada en vano:
de modo que entonces ellos
los monstruos que desafío
se vean en la obligación
de tener que honrarme a mi muerte:
 
 
sí, David, tío, sí:
 
 
tienes que enfrentarte al enemigo común
y aunque ampliamente superado en número
demostrarás valor
le echarás cojones
y contra sus miles de golpes
contra sus miles de golpes ASESTARÁS
 
 
el de gracia:
 
 
¿qué importa si te espera la tumba abierta:
 
 
como un hombre:
 
 
contra la pared:
 
 
solo frente a la asesina y cobarde jauría:
 
 
como un hombre:
 
 
muriéndote:
 
 
pero todavía
 
 
luchando
 
 
David González. Campanas de Etiopía
 
 
 
Conocida es mi devoción personal y profesional por quien considero mis dos piernas gracias a las que logro levantarme cada día. Extremidades con nombre masculino ambas, Alberto García- Alix y David González. Fotógrafo y poeta, hombres, seres humanos pero principalmente compañeros de viaje y vida. No recuerdo el momento exacto en que conocí a dichas extremidades ni cómo lograba alzarme sobre mis pies antes. Sí recuerdo no obstante esa dolorosa cojera que me impedía caminar con cierta resolución y eficacia, digamos.
Concluye ahora mismo mi lectura del último libro de David González. Leer a David es como avivar el recuerdo y reconocerse en él. Me reconozco tanto, tanto en tu verdad, David.... Es como si una especie de cordón umbilical nos uniese, muchas realidades similares, puntos de encuentro, vida o vidas y principalmente misma actitud ante lo que en su momento ocurrió y ocurre ahora. Hemos aprendido varias lecciones, todas ellas altamente valiosas. Y todas, surgen de la misma fuente o más bien pozo y sé que sabrás entender esto bien: pura supervivencia. Elegimos no obstante no convertirnos en perros de presa, aunque bien pudiéramos hacerlo, conocemos el modo, la norma y también dónde morder y cómo acabar rápido o extremadamente lento con la presa entre los dientes. Elegimos no obstante la palabra y el respeto infinito hacia ésta.
Concluye esta lectura con un absoluto deslumbramiento, con una emoción que casi se convierte en temblor.. y recuerdo ahora el sueño que tuve el día que comencé este libro, te acuerdas? Es como si ambas vidas se mezclasen en vida y sueño, probablemente llevemos repitiendo esta unión sagrada a modo cíclico durante miles de vidas, quizá esposos, quizá amantes, quizá hermanos, pero probablemente siempre guerreros.
Tal vez lo único que quede ahora pendiente es inventar nuestro propio lenguaje compartido porque en nuestro interior ya existe, lleva existiendo más de una vida y sinceramente no sé cómo traducir con palabras y vocabulario convencional todo esto que siento.
Gracias por existir tal cual existes,
David González
 
 
REPICAN LAS CAMPANAS DENTRO DE MI....
 
 
 
 
 


Acerca de la escritura
 
 
(fragmento del Fedro de Platón)1
 
Sócrates: Pero nos resta examinar la conveniencia o inconveniencia que pueda haber en lo escrito. ¿No es cierto?
Fedro: Sin duda.
Sócrates: ¿Sabes cuál es el medio de agradar más a los dioses por tus discursos escritos o hablados?
Fedro: No, ¿y tú?
Sócrates: Puedo contarte una tradición de los antiguos, que conocían la verdad. Si nosotros pudiésemos descubrirla por nosotros mismos, ¿nos seguiríamos preocupando aún de lo que los hombres hayan pensado antes que nosotros?
Fedro: ¡Pregunta ridícula! Cuéntame, pues, esa antigua tradición.
Sócrates: Pues bien, oí que cerca de Náucratis2, en Egipto, hubo un dios, uno de los más antiguos del país, el mismo al que está consagrado el pájaro que los egipcios llaman Ibis3. Este dios se llamaba Teut. Se dice que inventó los números, el cálculo, la geometría, la astronomía, así como los juegos del ajedrez y de los dados, y, en fin, la escritura. El rey Tamus reinaba entonces en todo aquel país, y habitaba la gran ciudad del alto Egipto que los griegos llaman la Tebas egipcia, y que está bajo la protección del dios que ellos llaman Ammon. Teut se presentó al rey y le mostró las artes que había inventado, y le dijo lo conveniente que era difundirlas entre los egipcios. El rey le preguntó de qué utilidad sería cada una de ellas, y Teut le fue explicando en detalle los usos de cada una; y según que las explicaciones le parecían más o menos satisfactorias, Tamus aprobaba o desaprobaba. Dícese que el rey alegó al inventor, en cada uno de los inventos, muchas razones en pro y en contra, que sería largo enumerar. Cuando llegaron a la escritura dijo Teut:
 
 
«¡Oh rey! Esta invención hará a los egipcios más sabios y servirá a su memoria; he descubierto un remedio contra la dificultad de aprender y retener.
–Ingenioso Teut –respondió el rey– el genio que inventa las artes no está en el mismo caso que el sabio que aprecia las ventajas y las desventajas que deben resultar de su aplicación. Padre de la escritura y entusiasmado con tu invención, le atribuyes todo lo contrario de sus efectos verdaderos. Ella sólo producirá el olvido en las almas de los que la conozcan, haciéndoles despreciar la memoria; confiados en este auxilio extraño abandonarán a caracteres materiales el cuidado de conservar los recuerdos, cuyo rastro habrá perdido su espíritu. Tú no has encontrado un medio de cultivar la memoria, sino
 
1 El texto completo de esta traducción de Patricio Azcárate puede consultarse en:
 
 
http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Platon/Platon.htm Algunos pasajes de este fragmento fueron modificados para facilitar la comprensión del texto.
 
2 Náucratis, ciudad fundada por comerciantes de Mileto en torno al 650 a. C. Hacia el 560, el rey Amasis (XXVI dinastía) la convirtió en puerto privilegiado para el comercio griego. La prosperidad de Náucratis acabó con la conquista, en el año 525, de Egipto por Cambises.
 
3 Pájaro sagrado de la mitología egipcia, representación del dios Thot. Continuamente buscaba alimento y, por ello, llegó a considerársele dios de la inteligencia.
 
 
de despertar reminiscencias; y das a tus discípulos la sombra de la ciencia y no la ciencia misma. Porque, cuando vean que pueden aprender muchas cosas sin maestros, se tendrán ya por sabios, y no serán más que ignorantes, en su mayor parte, y falsos sabios insoportables en el comercio de la vida.»
 
Fedro: Mi querido Sócrates, tienes especial gracia para pronunciar discursos egipcios, y lo mismo harías de todos los países del universo, si quisieras.
Sócrates: Amigo mío, los sacerdotes del santuario de Zeus en Dodona decían que los primeros oráculos salieron de una encina. Los hombres de otro tiempo, que no tenían la sabiduría de los modernos, en su sencillez consentían escuchar a una encina o a una roca, con tal que la roca o la encina dijesen verdad. Pero tú necesitas saber el nombre y el país del que habla, y no te basta examinar si lo que dice es verdadero o falso.
Fedro: Tienes razón en reprenderme, y creo que es preciso juzgar la escritura como el tebano.
Sócrates: El que piensa transmitir un arte, consignándolo en un libro, y el que cree a su vez tomarlo de éste, como si estos caracteres pudiesen darle alguna instrucción clara y sólida, me parece un gran necio; y seguramente ignora el oráculo de Ammon, si piensa que un escrito pueda ser más que un medio de despertar reminiscencias en aquel que conoce ya el objeto de que en él se trata.
Fedro: Lo que acabas de decir es muy exacto.
Sócrates: Éste es, mi querido Fedro, el inconveniente, así de la escritura como de la pintura; las producciones de este último arte parecen vivas, pero interrógalas, y verás que guardan un grave silencio. Lo mismo sucede con los discursos escritos: al oírlos o leerlos crees que piensan, pero pídeles alguna explicación sobre el objeto que contienen, y te responden siempre la misma cosa. Lo que una vez está escrito rueda de mano en mano, pasando de los que entienden la materia a aquellos para quienes no ha sido escrita la obra, sin saber, por consiguiente, ni con quién debe hablar, ni con quién debe callarse. Si un escrito se ve insultado o despreciado injustamente, tiene siempre necesidad del socorro de su padre, porque por sí mismo es incapaz de rechazar los ataques y de defenderse.
Fedro: Tienes también razón.
Sócrates: Pero consideremos los discursos de otra especie, hermana legítima de esta elocuencia bastarda; veamos cómo nace y cómo es mejor y más poderosa que la otra.
Fedro: ¿Qué discurso es y cuál es su origen?
Sócrates: El discurso que está escrito con los caracteres de la ciencia en el alma del que estudia es el que puede defenderse por sí mismo, el que sabe hablar y callar a tiempo.
Fedro: Hablas del discurso vivo y animado, que reside en el alma del que está en posesión de la ciencia, y al lado del cual el discurso escrito no es más que un vano simulacro.
 
 
Sócrates: Sin duda. Pero dime: un jardinero inteligente que cuidara mucho a sus semillas y que quisiese verlas fructificar, ¿las plantaría en verano en los jardines de Adonis4, para tener el gusto de verlas convertidas en preciosas plantas en ocho días? O más bien, si hiciera tal cosa, ¿podría ser por otro motivo que por pura diversión o con ocasión de una fiesta? En cambio con las semillas que más le interesaran seguiría indudablemente las reglas de la agricultura, y las sembraría en un terreno conveniente, contentándose con verlas fructificar a los ocho meses de sembradas.
 
Fedro: Seguramente, mi querido Sócrates, él se ocuparía de las unas seriamente, y respecto a las otras lo miraría como un recreo.
Sócrates: Y el que posee la ciencia de lo justo, de lo bello y de lo bueno, ¿tendrá, según nuestros principios, menos sabiduría que el jardinero en el empleo de sus semillas?
Fedro: Yo no lo creo.
Sócrates: Después de depositarlas en agua negra, no irá a sembrarlas con el auxilio del cálamo y con palabras incapaces de defenderse a sí mismas e incapaces de enseñar suficientemente la verdad.
Fedro: No es probable.
Sócrates: No, ciertamente; pero si alguna vez escribe, sembrará sus conocimientos en los jardines de la escritura para divertirse; y formará un tesoro de recuerdos para sí mismo, para que cuando llegue la edad en que se resienta la memoria –y lo mismo para todos los demás que lleguen a la vejez– pueda regocijarse viendo crecer estas tiernas plantas. Y mientras los demás hombres se entregan a otras diversiones, pasando su vida en orgías y placeres semejantes, él recreará la suya con la ocupación de que acabo de hablar.
Platón, Fedro, 274c-277a
 
4 Los «jardines de Adonis» constituían un rito funerario establecido por Afrodita en honor de Adonis, el hijo de Mirra. En vasijas con tierra se plantaban semillas que, regadas con agua caliente, florecían en pocos días y, en pocos días también, se marchitaban. Estos cultivos representaban la súbita muerte de Adonis. Las fiestas tenían, además, lugar en pleno estío (TEOFRASTRO, Historia plantarum VI 7, 3). Cf. M. DÉTIENNE, Les jardins d'Adonis. La mythologie des aromates en Gréce, París, 1972, especialmente págs. 187-226 (hay trad. esp. de J. C. BERMEJO [Madrid, 1983]). 
 

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http://mapamudo.bandcamp.com/album/bestiario
 
 
"Paso el tiempo sacudiéndome los cabellos por la espalda, tirando de los bucles que bajan hasta mi cintura, balanceando la cabeza como las estrellas de la tele. Masco chicle apáticamente con aire hastiado. Me empapo de perfume de vainilla, como para asquear a toda la familia. Es mi rebelión vainilla"
 
 
 
"Es mi pasión vainilla. Mi amor de perfume fuerte, picante, extraño a perfume de la familia, mi amor exótico. Aquello que nadie se ha adelantado a darme, lo que yo descubro a la ventura. Eso que se me prohíbe y que, por lo tanto, deseo y tomo por instinto."
 
 
 
Enmmanuelle Laborit. El grito de la gaviota.
La Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio, ha considerado necesario escribir este artículo con el fin de aclarar algunas cuestiones que se han venido diciendo en diferentes medios de comunicación.
La noticia del siniestro del avión de la compañía Germanwings con la muerte de las 149 personas que viajaban en él, estremecía al mundo. Pero este estremecimiento se agrandaría cuando la siguiente noticia fue que el accidente había sido provocado por el copiloto, que decidió poner fin a su vida.
A partir de ese momento, se produjo una lluvia de noticias e intentar investigar sobre la vida de Andreas Lubitz fue el objetivo principal de los medios de comunicación.
El hecho de intentar cubrir una noticia lo más rápidamente posible, no exime de la responsabilidad de que ésta se trate con respeto y eficacia, manejando datos verificables. Hablar de temas tan complejos como es la conducta suicida requiere consultar a expertos en la materia, para evitar comentarios o diagnósticos impropios y fuera de la realidad. Nos gustaría destacar algunas de estas noticias, por ejemplo, uno de los primeros comentarios que se hicieron sobre la causa de conducta suicida de Lubitz fue que había sufrido el síndrome de Amok. Inmediatamente se explicó en qué consistía este síndrome: «Un episodio aleatorio, aparentemente no provocado, de un comportamiento asesino o destructor de los demás, seguido de amnesia y/o agotamiento. A menudo va acompañado de un viraje hacia un comportamiento auto-destructivo, es decir, de causarse lesiones o amputaciones llegándose hasta el suicidio».
A los pocos días se conoce, que el copiloto había estado buscando en Internet “cómo suicidarse”, por lo que quedó descartado que hubiese sufrido el síndrome mencionado.
Con posterioridad se habló de que era debido a una depresión grave o severa. Afirmar este diagnóstico, sin una explicación previa, lo único que hace es estigmatizar aún más a las personas que están padeciendo una depresión. Queremos dejar claro que es muy importante no identificar la depresión como único factor en el suicidio, ni todas las personas que sufren depresión grave o severa tienen ideaciones suicidas, ni todas las personas que se suicidan padecen depresión y mucho menos en este caso en el que hablamos de un suicidio extensivo a otras personas. No es una conducta común que una persona con trastorno depresivo mayor cause daño físico a terceros, por tanto este tipo de publicaciones pueden ser muy dañinas, ya que por buscar “un motivo” que dé respuesta a estos incomprensibles hechos, se cae en una simplificación de la causas. El suicidio es multicausal.
Muchas personas se preguntan ¿Qué puede llevar a una a un ser humano a realizar tal acto de barbarie?
Para poder dar una explicación lo más correctamente posible, tendríamos que disponer de datos fiables de una investigación sobre la biografía y los últimos meses de vida del Lubitz. Para los profesionales expertos en conducta suicida es muy importante poder elaborar estos datos a través de una Autopsia Psicológica del fallecido que para los que desconozcan este término, aclararemos que consiste en la exploración retrospectiva e indirecta de la personalidad y de la vida de una persona ya fallecida. Se trata de una evaluación después de la muerte de cómo era la víctima en vida, es una reconstrucción sociopsicopatológica postmortem.
Así se puede llegar a discriminar entre un posible accidente, homicidio o suicidio, por ejemplo, en caso de muerte dudosa, incluso discernir la capacidad mental de fallecido, adicionalmente sirve de apoyo emocional a los seres más allegados del fallecido y también los datos recabados se pueden utilizar posteriormente para realizar programas de prevención de conductas suicidas.
Es obvio que carecemos de estos datos y de los únicos que disponemos son de los que han difundido los diferentes medios de comunicación y de los que vayamos recopilando a medida que se vaya investigando más sobre el perfil y el entorno del copiloto.
Así pues, manejando exclusivamente lo que a día de hoy se ha publicado, siempre desde la prudencia en nuestros comentarios, podemos intentar mencionar algunas de las causas que han podido provocar el acto suicida del copiloto.
Es importante destacar que el suicidio es multifactorial y, por eso no se deben dar explicaciones simplistas. Vamos a ver algunos de los factores de riesgo así como concurrencias que se tienen que dar para que hechos como estos ocurran.
En primer lugar y quizá por orden de importancia, es probable que las dos cosas más valiosas para el copiloto fueran volar y su pareja. Al parecer, ambas cosas iba a perderlas.
Por lo que sabemos padecía depresión, junto con un alto grado de ansiedad, aunque desconocemos que acontecimientos de su vida podían estar detrás de esa depresión. Al parecer desde pequeño estaba obsesionado con volar e hizo de ese sueño una realidad, la realidad de su vida. Por consiguiente se sumaron los siguientes factores de riesgo: a nivel psicológico, ansiedad y depresión con ideación suicida, se hablaba de que tenía el síndrome de estar quemado (Burnout) y además sufrió acoso y burlas por parte de sus compañeros” con lo que ello significa. A nivel laboral, posible pérdida de aptitudes para el vuelo, tanto por motivos físicos (visión) como psicológicos, lo que significaría la consecuente pérdida de trabajo. A nivel sentimental, ruptura de pareja estable y con expectativas de futuro.
Entre los diferentes tipos de suicidio existe uno que se le denomina por venganza, el objetivo del suicidio en estos casos es castigar con su muerte a quienes le han causado o le van a causar daño. Desconocemos si ese fue el motivo de A. Lubitz, pero podríamos pensar, en un primer momento, en esa posibilidad. Venganza a la empresa, que le iba a retirar la posibilidad de volar, a sus compañeros, por las burlas a las que estuvo sometido, venganza contra su novia por haberle dejado.
Muchas personas le acusan de ser un asesino, podemos hacernos la siguiente pregunta ¿realmente quería matar los pasajeros o fue un efecto colateral de su acto suicida? Se ha dicho también que era un psicópata. Por lo que sabemos, desde nuestro punto de vista, parece que más que rasgos psicopáticos (el psicópata hace daño a los demás pero no así mismo) podría tratarse de rasgos narcisistas, lo que explicaría mejor su gran frustración ante la ruptura sentimental, al no poder seguir volando y su, aparentemente, deseo de pasar a la posterioridad.
Son muchas las preguntas que surgen sobre este caso ¿Lo hizo porque quería ser famoso para la posteridad? este sería otro tipo de conducta suicida el que se denomina por gloria, aunque en este caso su acto incitaría a la repulsa social “Todos me conocerán, todo el mundo sabrá mi nombre y lo reconocerá. Un día haré algo que cambiará el sistema”. Desgraciadamente su objetivo se ha cumplido.
La avidez de estar informados al minuto con pelos y señales, no sólo causa noticias imprecisas al principio, sino que también existe otro riesgo que es el llamado efecto Werther (efecto contagio en la metodología).
Lamentablemente, una vez más, se han incumplido casi todas y cada una de las recomendaciones de la OMS sobre como tratar temas de suicidio en los medios de comunicación:
.- No sensacionalismo, sobre todo de celebridades.
.- Ni fotos, ni notas de despedida, ni que la noticia aparezca en primera página.
.- No hay que dar una descripción detallada, sobre todo del método y de cómo lo obtuvo.
.-No hay que dar explicaciones simplistas, ni tampoco ponerlo como algo inexplicable. Siempre hay que enfocarlo como algo multifactorial.
.-No hay que ensalzar, ni glorificar al suicida; no hay que sugerir que la sociedad honre al suicida, no son ni héroes, ni cobardes.
.-No hay que aportar culpa. Hay que tener especial consideración con familiares y allegados, lanzando un mensaje solidario con los familiares sobrevivientes
.-No utilizar expresiones del tipo “epidemia de suicidios”.
.-Hay que suministrar información de ayuda, teléfonos, asociaciones, centros de salud mental, etc.
.-Dar difusión de los factores de riesgo, factores protectores y señales de alerta, para que todo el mundo los conozca
.-Hay que romper falsos mitos, muy arraigados entre los propios profesionales de la salud mental.
.-Hay que utilizar fuentes fiables y que los expertos, te ayuden a interpretar las estadísticas.
.-Transmitir que el suicidio en muchos casos, se puede prevenir.
Sabemos que, en este caso concreto, ciertas recomendaciones eran difíciles de cumplir para la prensa, pero otras no. Lo importante es evitar que se produzca el famoso Efecto Wherter.
Algunos expertos consideran que las conductas suicidas no se pueden prevenir, consecuentemente para qué vamos a actuar si no podemos hacer nada. La falta de dotación de recursos por parte de las autoridades político-sanitarias, para poner en marcha programas generales y permanentes de prevención es una de las razones por la que en España desde hace 6 años, los suicidios superan con creces a los muertos por accidente de circulación, por poner un ejemplo, los últimos datos provisionales disponibles son del 2013, reflejan 3870 suicidios, 10 suicidios al día como mínimo.
Al parecer Lutbiz, buscaba tanto maneras y métodos de suicidarse como tratamientos de cura, por tanto, al igual que otras personas con ideación suicida, tenía la ambivalencia entre querer morir o vivir, de ahí la importancia de la detección y la prevención.
Las máximas autoridades de Lufthansa cometieron errores al intentar dar explicaciones antes de tiempo, al afirmar que el copiloto “se encontraba al 100%”. Mirando hacia otro lado estamos abocados que la historia se repita. La conducta suicida hay que mirarla de frente, analizarla, entenderla y entonces podrá ser tratada. Lo peor que se puede hacer es no hacer nada.
En definitiva, muchas son las incógnitas y muchas las preguntas que como profesionales de la salud mental nos podemos plantear
¿Estaba en tratamiento psicoterapéutico o psiquiátrico-psicofarmacológico? Son muy diferentes.
¿Desde qué marco teórico fue tratado?
¿A Cuántas sesiones fue? ¿Acudía de manera constante?
¿Detectó el profesional el posible riesgo suicida?
Y otras muchas.
Es muy posible, que tengamos que esperar a que las investigaciones nos aporten nuevos datos sobre el copiloto y sobre su entorno, o quizá, también pueda suceder, que dentro de un tiempo esta noticia caiga en el olvido y como siempre, el suicidio vuelva a ser tabú.
Por último, desde la Asociación de Prevención de Suicidio (AIPIS) queremos manifestar nuestra solidaridad con los familiares de las víctimas del accidente, sin olvidar el dolor por el que estarán atravesando los familiares de Lubitz.
Nuestro reconocimiento a los psicólogos y demás personal de emergencia (médicos, policías, bomberos, trabajadores sociales y un largo etc.) que con su entrega y dedicación han ayudado a que esos momentos difíciles sean menos angustiosos. Gracias a todos ellos.
Los profesionales de la
 
 
ASOCIACIÓN DE INVESTIGACIÓN, PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN DEL SUICIDIO.