La chica del puente



La chica del puente
busca desesperada
bajos las aguas
del Sena
al lanzador
de cuchillos
que consiga
coser
sus grietas.
Éste la observa
desde lejos,
adivinando
en cada movimiento
de su lucha
constante
por mantenerse
firme
frente a la muerte
una señal
que sólo él puede ver.
Ella gira su cabeza
hacia un lado
y otro
porque el reflejo
del cuchillo
le llega
de todas partes:
dentro,
bajo el agua
y en él.
Cuestión de decidir
el camino más suave
hacia la muerte,
gélidas aguas del Sena
que te engullen
sin saber tu nombre
o los ojos que te
observan
en ese mismo instante,
en ese puente que has elegido.
Y entonces,
él decide
por ella.
Se acerca
y la deslumbra
con la rotundidad
con que afirma
conocer
sus gestos,
su silueta
y los secretos
que la suerte
le niega
a aquellos
que en noches frías
buscan amparo
en los puentes.
Él le ofrece
sus armas
y ella elige.


Chica del puente
busca
lanzador de cuchillos…