Que tus faldas sean ciclones: el libro y la mujer en la historia
¿Qué ven ellos? Un abrigo / sobre una grácil figura. / ¡Pero nadie se da cuenta / que sus faldas son ciclones! Con estos versos de Marina Tsvietaieva comenzamos el complejo y poco transitado camino de la relación entre mujer y literatura a lo largo de la historia, utilizando como base cinco libros de reciente aparición (el pudor, la carencia y el tiempo imposibilitan un mayor alcance) que muestran, desde diversos ángulos, el concepto que se ha tenido y se tiene en un ámbito que no siempre ha sido sinónimo de libertad. Cinco puntos de vista para un tema ingente, del cual sí marcaremos las pautas esenciales para que el avivado lector, en caso de encontrarse interesado, avance desde un estadio general a la concreción de nuestro último apartado, consiguiendo, a través de otras voces, el tono general de lo que ha marcado parte de la pérdida de nuestra historia literaria. Y que aún colea.
Las mujeres que leen son peligrosas (Stefan Bollmann, Maeva, Madrid, 2015)
A la sentencia del título añade Esther Tusquets en su prólogo: «Durante siglos han sido muchos los hombres a los que las mujeres les han parecido sospechosas, tal vez porque la lectura podía minar en ellas una de las cualidades que, abiertamente o en secreto, a veces sin ni confesárselo a sí mismos, más valoran: la sumisión.» Las mujeres que leen son peligrosas se concibe como una historia ilustrada del libro y la mujer desde el siglo XIII hasta nuestros días, en la que Stefan Bollmann utiliza como punto de partida la fotografía y la pintura de distintas épocas para mostrar la evolución que va desde el corsé del hogar hasta el momento de cruzar la puerta. Se trata, este, de un libro refinado, extraño por conservar una delicadeza inhabitual, confeccionado solo para amantes del buen gusto: la admiración por el arte al mismo nivel que la literatura, la reivindicación de la mujer sin caer en el panfleto.
Mujeres y libros. Una pasión con consecuencias (Stefan Bollmann, Seix Barral, Barcelona, 2015)
Pongamos un ejemplo: Louise Colet, amante de Flaubert, le instó concienzudamente a revisar el punto de visto de la mujer en sus novelas, debido a que el francés mantenía una mala opinión de este tipo literatura, considerándola meramente sentimental. Vemos que no sólo se trata del papel de escritoras o lectoras en la sociedad, sino de la influencia que como mujer han tenido, desde el silencio iniciático o el tortuoso camino de las Austen, Brönte o Wollstonecraft, hasta llegar a la supervivencia de una Monroe o una Sontag. Curioso, sin embargo, que las tres primeras partes atiendan a los tres siglos precedentes, para terminar con la titulada Seguir leyendo, que trata de la influencia de la famosa trilogía (y consiguiente película) Cincuenta sombras de Grey. ¿Qué significa esto? ¿Después de lo que se ha dicho, acaso en la actualidad una mujer sigue condenada a ese segundo plano en que la sitúa su propia autora, E. L. James? ¿O se trata de una simple reminiscencia de lo que en otro tiempo ocurrió y late en determinados sectores de la sociedad? Es esta, creo, una pregunta que de forma sutil lanza Bollmann para su posterior discusión, mientras que en el ecuador de su libro podíamos leer la siguiente cita de Louis-Sébastien Mercier:
En cuanto las mujeres publiquen sus obras tendrán en su contra a la mayor parte de su propio sexo y pronto también a casi todos los hombres. Al hombre le agrada que una mujer tenga la suficiente inteligencia para entender, pero no que llegue al extremo de rivalizar con él y mostrar la igualdad de su talento, mientras el hombre reclama para sí a diario su tributo de admiración.
Nace, de este modo, el segundo paso que debemos tomar a la hora de adentrarnos en el tema. Con estos dos volúmenes hemos conseguido formar una sólida visión de conjunto, a partir de la cual iremos ensanchando nuestra perspectiva y conociendo nuevos nombres, gracias a las misceláneas que proponemos a continuación.
Box8: Contra el silencio, obstinadamente (Marisol Sánchez Gómez, Fundamentos, Madrid, 2014)
Sobre todos los nombres y citas resalta, especialmente, la figura de la poeta y activista norteamericana Adrianne Rich. Citas, estas, que aparecerán en cualquier momento y siempre con un motivo sustancial, con la libertad que concede escribir para un blog (veremos puntualmente algunas imágenes que lo dotan de mayor dinamismo) y verlo ahora bajo tinta y papel, como nexos y anexos de los diferentes artículos y partes que los estructuran, que van desde el cine (Incendies) hasta la revista Vogue (Asma / Emma al Assad). Quizá uno de los grandes hallazgos sea cómo, tras las dos primeras partes en las que se recrea esa multiplicidad de situaciones de denuncia, pasamos a la tercera, la denominada El psicoanálisis, con la inmersión en ese abismo desde un plano teórico y hacer que el lector abandone su posición de voyeur y se convierta en sujeto activo, para luego cerrar este curioso e interesante volumen con un nuevo apartado para literatura.
Cantar en el desierto (Ana Vega, Trabe, Oviedo, 2015)
Cantar en el desierto aglutina a escritoras de ayer y de hoy, buscando especialmente desenterrar su olvido o ese vulgar destierro que pueda atenazarlas: «Diferentes voces que se unen para dar testimonio de vidas reales o ficticias de las que aprender una valiosa lección y que demuestran que la mujer no es moneda de cambio ni ha sido vencida, que todos estos años han fortalecido su espíritu, han afilado su intuición, su visión lúcida, única, de la realidad, hasta convertirse en testigo de excepción de la historia de la humanidad y de lo que hoy, aquí y ahora, nos ocurre, nos afecta, nos explica», podemos leer en el volumen. Y qué mejor manera de abrir boca que el comienzo de una de ellas, el de Una bendición, de Toni Morrison: «Esta es la historia que sólo una mujer comprometida puede escribir, un compromiso que vale por la injusticia, por el pasado, por ese mundo de oscuridad que no conocimos y sin embargo sigue presente en nuestros días.» En él hallaremos nombres como Gioconda Belli, Cristina Peri Rossi, Ann Beattie, Clara Janés, Chantal Maillard… nombres necesarios y de necesario recuerdo, en un libro que no se ciñe a un género o géneros en exclusiva, sino que consigue regalarnos una estupenda panorámica del asunto, creando el marco perfecto para la exploración de quien desee comprender la realidad que cada día le es más cercana: la inestable igualdad.
Hemos llegado, por tanto, al pasado y presente de nuestro cometido, con una envidiable visión de conjunto y finalizar, en último lugar, con la expresión de esa lucha por la libertad, que da paso a nuestro último volumen. Porque como bien dice Ana Vega, «el recuerdo es un arma peligrosa, poco fiable.»
Beat Attitude (Bartleby editores, Madrid, 2015)
Denunciadas y acusadas por obscenidad, sus libros se distribuían en ediciones de poco alcance y revistas agotadas. Estuvieron en la formación del grupo y compartieron círculos literarios, pero finalmente muchas de ellas fueron relegadas al ámbito doméstico. Según parece, incluso en el seno del grupo hubo un cierto tinte misógino. Así comienza el primero de los poemas, obra de Dense Levertov, que refleja parte de lo dicho en estas líneas:
En la pared de la cocina un destello
de sombra:
veloz peregrinaje
de palomas, una celebración del aire,
los desiertos del cielo en el espiral.
Y en las ventanas de cada apartamento
una llamarada
de melones lustrosos:
una mancha del sol
que se dirige al oeste en algún lugar a espaldas de Hoboken.
de sombra:
veloz peregrinaje
de palomas, una celebración del aire,
los desiertos del cielo en el espiral.
Y en las ventanas de cada apartamento
una llamarada
de melones lustrosos:
una mancha del sol
que se dirige al oeste en algún lugar a espaldas de Hoboken.
Un libro, este, que muestra la alta calidad de sus integrantes, más allá de la posible reivindicación del papel de la mujer a mediados de siglo. Hasta el momento sólo habían aparecido en nuestros país algunos poemarios de forma puntual, cuando ahora se las reúne y se muestra una extensa producción de su obra, si bien se trata de composiciones cercanas al espíritu beat al que pertenecieron. No por el tema que tratan sino por el modo de tratarlo, se acerca este libro al estante de cualquier lector sensible, para adecuar, con rabia y elocuencia, su fondo de armario. Anne Waldman y su impresionante poema La grieta del mundo marca nuestro final, porque en él parece terminar e iniciarse todo:
(…)
Observa la grieta del universo
Esta maldición, gloriosa en mí
No vengas a mi hogar
No me esperes a tu puerta
Visto los trapos del celibato
Mi corazón antropocéntrico vislumbra
una grieta en el mundo esta noche
Es el cuerpo de una mujer alargada
que se quiebra en el ciclo de vida y muerte
Es la rauda proliferación de células
que se prepara para morir
Yo construyo el mundo y lo mato mes a mes
Ofrezco mis entrañas a la luna
El óvulo no ha sido fertilizado
La arquitectura me persigue
Piernas plegables debéis cargar con el peso del mundo
Tú, aléjate de mí
Mantén la distancia
Voy a subyugarte con mi aroma
de vida y muerte
Vosotros que eyaculasteis en la grieta de mi mundo
Hombres que salisteis de mí, apartaos ahora
Las palabras salen de mi vientre
Gimen mientras el mundo se hace añicos
El cuerpo hechizado
El cuerpo hecho de esto
Observa la grieta del universo
Esta maldición, gloriosa en mí
No vengas a mi hogar
No me esperes a tu puerta
Visto los trapos del celibato
Mi corazón antropocéntrico vislumbra
una grieta en el mundo esta noche
Es el cuerpo de una mujer alargada
que se quiebra en el ciclo de vida y muerte
Es la rauda proliferación de células
que se prepara para morir
Yo construyo el mundo y lo mato mes a mes
Ofrezco mis entrañas a la luna
El óvulo no ha sido fertilizado
La arquitectura me persigue
Piernas plegables debéis cargar con el peso del mundo
Tú, aléjate de mí
Mantén la distancia
Voy a subyugarte con mi aroma
de vida y muerte
Vosotros que eyaculasteis en la grieta de mi mundo
Hombres que salisteis de mí, apartaos ahora
Las palabras salen de mi vientre
Gimen mientras el mundo se hace añicos
El cuerpo hechizado
El cuerpo hecho de esto
El cuerpo usó las medidas de la mujer
para explicar la ferocidad del presente
que camina sobre la periferia del mundo
para explicar la ferocidad del presente
que camina sobre la periferia del mundo
A modo de conclusión