LA
SUBASTA
Para David
González
Las cosas no están bien
y tenemos ganas de seguir
malviviendo.
Todo se acaba
y no se trata sólo de ver
la fecha de caducidad
en el culo
la fecha de caducidad
en el culo
de la botella.
Se trata de saber
que un poco más allá
(hablo de meses
o quizá años)
la vida
no es vida.
Entonces se entiende,
hermanos,
la prisa, y lo asqueroso
y necesario
que es hablar de dinero.
y necesario
que es hablar de dinero.
Nadie regala nada
y hay que equilibrar la balanza
buscando un saco de sal.
y hay que equilibrar la balanza
buscando un saco de sal.
Un saco manido
fruto de un esfuerzo de días y noches,
de lecturas y sueños,
de alambiques intelectuales donde se queman
horas y horas de trabajo
para obtener
una gota
de esencia.
fruto de un esfuerzo de días y noches,
de lecturas y sueños,
de alambiques intelectuales donde se queman
horas y horas de trab
para obtener
una gota
de esencia.
De eso se trata,
hermanos,
y no de otra cosa.
No nos valoramos,
regalamos nuestras voces
en recitales
y la tinta sudada
sobre el papel
la aprovechan otros.
Así que ya lo sabéis
se subasta un pedazo de alma
hermanos,
y no de otra cosa.
No nos valoramos,
regalamos nuestras voces
en recitales
y la tinta sud
la aprovechan otros.
Así que ya lo sabéis
se subasta un pedazo de alma
para seguir malviviendo.
Esa es la realidad.
Esa es la realidad.
No la olvidemos.
VAHO EN LOS CRISTALES
El cristal
empañado de la ventana
separaba los dos
mundos.
Dentro, el amor.
Fuera,
la ira.
Dentro el calor,
el fuego del
hogar.
Fuera
las cascada s de hielo
el frío glacial.
Dentro el
crepitar de los leños en la chimenea,
las risas de la
felicidad.
Fuera
el crujir de la nieve bajo las
botas,
la
senda infinita del que acecha.
Dos mundos.
El uno
equilibrado.
El
otro diferente,
pero
también mundo.
Del lado de acá
las risas y los
juegos.
Del
lado de allá
las
mirada s sucias.
Del lado de acá,
los cuentos para
dormir.
Del
lado de allá
lo
mejor es la muerte.
También mundo.
Borroso,
apenas perceptible
tras
el vaho en los cristales.
También mundo.
Delirante
y enloquecido mundo
de
los que únicamente creen
en
la propiedad
de
las cosas.
Sabemos que el
cristal
sólo se puede
limpiar
por dentro.
Por el lado
del amor.
HAMBRE
He tardado en
darme cuenta
y ahora sé porqué
en todos los
ordenes de la vida
los que llegan a la cumbre del poder,
los que coronan la cima,
no son
los mejores, ni
los más sabios, ni
los más fuertes, ni siquiera
los más honrados.
Ahora sé que
los que nos dominan son
los más hambrientos,
los que lo quieren todo y
no les importa
qué hacer
para
conseguirlo,
ahora sé que son
los más egoístas,
los que más determinación tienen
para lograr sus
objetivos,
los que jamás ponen en su alma
una pizca de
corazón,
los que falsean sus sonrisas,
los que mienten con sus palabras,
los de las mirada s
feroces
los egoístas
solitarios
de la cúspide,
los que olfatean el dinero y el poder
en busca de la
próxima presa.
Y ahora sé
que ellos son
los lobos
y nosotros,
los conformistas,
las ovejas,
y que somos su
alimento
y que siempre
tendrán
hambre.
SALVAJES
Si no somos dueños de la
frescura del aire,
ni del fulgor de las
aguas,
¿cómo podrían ustedes
comprarlos?
Jefe indio Sealth
Se quedó pálido
cuando aquel
salvaje
le dijo aquello.
Meditó en la
cabalgada hasta el fuerte,
preguntándose
cómo lo diría.
Pero las
palabras de aquel indio
resonaban en sus
oídos
como el rumor
tumultuoso de los torrentes,
empapando su
cerebro.
Bien, ¿qué te dijo?,
preguntó el
general.
Abrió la boca,
pero ningún
sonido salió por ella
y la garganta
era tripa de res
expuesta al sol.
Al final se
escuchó decir,
como en un
murmullo, que no.
No,
no pueden vender
lo que no es suyo,
lo que pertenece a todos.
Eso dicen.
El general
parecía no creérselo
y volvió a
preguntar:
¿pero venden las tierras
o no las venden?
No alcanzaba a
entender
que alguien
despreciase
de esa forma
el dinero.
EL PUNTO DE VISTA
Subidos en la
mesa,
así empezamos cada nuevo curso
en los talleres
literarios que dirijo.
Sobre la mesa,
por encima de lo
habitual.
Se trata de
aprender
que a la hora de
escribir
lo fundamental
es saber observar
la realidad
de otra manera.
Sobre la mesa,
sintiéndose
gigantes,
preparados para
dirigir la vida
de sus personajes,
siendo capaces
de descubrir
que en su
interior
reside
su propio dios.
Sí, sobre la
mesa,
por encima de lo
habitual.
Eligiendo su
futuro,
dotándose del
poder
que otorga la
decisión.
Mi máxima
satisfacción
es descubrir
que muchos de
ellos
no se bajan
de la mesa
jamás.
RESET
Ocurre más o menos
cada 7 años.
Siento la
necesidad
de procesar todo
lo vivido
digerirlo vaciarme
y comenzar un
nuevo ciclo.
Sí,
más o menos
cada 7 años,
como dejar de
caminar por un instante,
levantar la mirada
y elegir un nuevo destino.
Atrás quedan
cosas valiosas
que conforman
toda una vida:
vivencias relaciones
buenos y malos
rollos
amistades y enemigos
trabajo s sentimientos emociones
sueños cumplidos o por cumplir.
La sensación de
crisálida
se apodera de
mí,
y comienza
(puedo sentirlo)
la metamorfosis.
Es como soltar
lastre,
como levar el
ancla,
como dejar
reposar el pecio de aquellos años
dentro del mar.
Levanto la mirada
y no estoy
seguro de la elección que haré,
aunque si sé lo que
dejo atrás,
lo que se ha ido
cargando en mis espaldas
impidiendo
continuar mi camino,
atrapando con
raíces mis pies.
Levanto la mirada ,
respiro hondo y,
sintiéndome más
ligero que nunca,
comienzo a
caminar de nuevo.
Tengo muy
presente
que en esta vida
lo importante no
es llegar
sino saber
disfrutar
del camino.