TRATAN DE VOLVER LOS DESERTORES DEL ROCK
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Me parece alucinante que a estas alturas de la película, en mi ciudad, Oviedo, nos traten de dar gato por liebre en esto de la movida. Llegada la crisis los hosteleros de la región se han puesto a idear planes para captar público. No dudo que vivimos en un país libre y cada uno hace lo que le sale en gana. Yo, el primero, como ser que soy heterodoxo acampo en bares de toda condición y pelaje, pero sabiendo desde el principio a lo que voy y lo que me ofrecen. Bares y ambientes hay para dar y repartir. La música enlatada y de baile es la opción que más predomina pero lo que no me esperaba es la opción rock- pijo y sin ningún tipo de identidad que comienza a tener sus seguidores. Cuento dos anécdotas que me han pasado estos días para que el público tenga en cuenta en tiempos de crisis a quién hay que apoyar. Anuncio de una pinchada en el Ipop de Oviedo, entre canción y canción se intercala un karaoke de la parroquia. Una falta de respeto ante una profesión - la de pinchadiscos- infravalorada en esta ciudad y ante el público que va a escuchar música rock y no las pijadas de cuatro borrachos. No se puede estar en dos sitios a la vez. Bar de rock o Karaoke. Evidentemente me marché del local y me fui algún bar donde ese día quería escuchar música rock. Segundo evento y tontería supina. Toca Loquillo en Oviedo. Fiesta en el Rocket anunciando la llegada del músico y zona Vip al canto que separa a mortales y a dioses. No veo a: Jorge Ilegales, Rosendo, Barón Rojo... en una zona Vip. No cuadra nada de nada con la filosofía de un rockero por mucho cartel de los Ramones a la entrada y música de rock comercial que pongas en el bar. ¿Qué tiene que ver las zonas vip con el mundo del rock auténtico? Me temo que nada. Mientras, otros bares que si están haciendo las cosas bien durante años, y todo es mejorable, se vacían por un público poco crítico para ver soberanas patochadas en escena. Se me vienen a la cabeza algunos bares de rock: El Diario Roma, El Flaming, el Xalabam, El Gong, El Sweet Home... alguno más que se me olvida pero ya se hacen una idea de por donde van los tiros. Hoy en día, algunos artistas y dueños de bares o lugares culturales se empeñan en elitizar de manera absurda el arte y todas sus manifestaciones, gran error. Y a mí siempre me van a tener en frente. Demasiado ya tenemos que aguantar en esta ciudad para que ahora acampen a sus anchas los desertores del rock. Y pequeño homenaje a Barón Rojo, y a la parroquia ovetense rockera para que recuerde esta canción mítica.
Piensas otra vez que ahora es tu momento,
aunque al parecer todo vuelve a cambiar.
Es difícil ser otra vez tu mismo,
y no ver a tiempo que estás acabado.
¿Quién te convenció de cantar así?
¿Quién te prometió la inmortalidad?
Tratan de volver los desertores del rock,
Tratan de volver los desertores del rock.
¡Pero es tarde ya!.
Te da miedo que ver que no queda nada,
y es que se acabó lo que se daba.
Tratan de volver para no perder,
pero nadie ya los puede creer.
¿Quién puso tu voz al servicio del dólar?
¿Quién te aseguró que era el día y la hora?
Tratan de volver los desertores del rock,
Tratan de volver los desertores del rock.
¡Pero es tarde ya!. Tratan de volver los desertores del rock,
Tratan de volver los desertores del rock. ¡Pero es tarde ya!.
RUBÉN D. RODRÍGUEZ
Me parece alucinante que a estas alturas de la película, en mi ciudad, Oviedo, nos traten de dar gato por liebre en esto de la movida. Llegada la crisis los hosteleros de la región se han puesto a idear planes para captar público. No dudo que vivimos en un país libre y cada uno hace lo que le sale en gana. Yo, el primero, como ser que soy heterodoxo acampo en bares de toda condición y pelaje, pero sabiendo desde el principio a lo que voy y lo que me ofrecen. Bares y ambientes hay para dar y repartir. La música enlatada y de baile es la opción que más predomina pero lo que no me esperaba es la opción rock- pijo y sin ningún tipo de identidad que comienza a tener sus seguidores. Cuento dos anécdotas que me han pasado estos días para que el público tenga en cuenta en tiempos de crisis a quién hay que apoyar. Anuncio de una pinchada en el Ipop de Oviedo, entre canción y canción se intercala un karaoke de la parroquia. Una falta de respeto ante una profesión - la de pinchadiscos- infravalorada en esta ciudad y ante el público que va a escuchar música rock y no las pijadas de cuatro borrachos. No se puede estar en dos sitios a la vez. Bar de rock o Karaoke. Evidentemente me marché del local y me fui algún bar donde ese día quería escuchar música rock. Segundo evento y tontería supina. Toca Loquillo en Oviedo. Fiesta en el Rocket anunciando la llegada del músico y zona Vip al canto que separa a mortales y a dioses. No veo a: Jorge Ilegales, Rosendo, Barón Rojo... en una zona Vip. No cuadra nada de nada con la filosofía de un rockero por mucho cartel de los Ramones a la entrada y música de rock comercial que pongas en el bar. ¿Qué tiene que ver las zonas vip con el mundo del rock auténtico? Me temo que nada. Mientras, otros bares que si están haciendo las cosas bien durante años, y todo es mejorable, se vacían por un público poco crítico para ver soberanas patochadas en escena. Se me vienen a la cabeza algunos bares de rock: El Diario Roma, El Flaming, el Xalabam, El Gong, El Sweet Home... alguno más que se me olvida pero ya se hacen una idea de por donde van los tiros. Hoy en día, algunos artistas y dueños de bares o lugares culturales se empeñan en elitizar de manera absurda el arte y todas sus manifestaciones, gran error. Y a mí siempre me van a tener en frente. Demasiado ya tenemos que aguantar en esta ciudad para que ahora acampen a sus anchas los desertores del rock. Y pequeño homenaje a Barón Rojo, y a la parroquia ovetense rockera para que recuerde esta canción mítica.
Piensas otra vez que ahora es tu momento,
aunque al parecer todo vuelve a cambiar.
Es difícil ser otra vez tu mismo,
y no ver a tiempo que estás acabado.
¿Quién te convenció de cantar así?
¿Quién te prometió la inmortalidad?
Tratan de volver los desertores del rock,
Tratan de volver los desertores del rock.
¡Pero es tarde ya!.
Te da miedo que ver que no queda nada,
y es que se acabó lo que se daba.
Tratan de volver para no perder,
pero nadie ya los puede creer.
¿Quién puso tu voz al servicio del dólar?
¿Quién te aseguró que era el día y la hora?
Tratan de volver los desertores del rock,
Tratan de volver los desertores del rock.
¡Pero es tarde ya!. Tratan de volver los desertores del rock,
Tratan de volver los desertores del rock. ¡Pero es tarde ya!.
RUBÉN D. RODRÍGUEZ